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MI PRIMERA P2P

Más que una escuela de patinaje / Irristaketa eskola baino gehiago

MI PRIMERA P2P


Esta vez es Alberto quien se anima a contarnos cómo vivió su primera Maraton Internacional Pamplona – Puente La Reina. «La más dura del mundo» según los organizadores. Un recorrido fantástico y con un gran ambiente para el que hay que estar preparado física y técnicamente.

Alguno pensará por el título que pretendo imitar a Agus con sus crónicas. Nada más lejos de mi intención. Soy bien consciente que mis capacidades literarias son bastante más limitadas que las suyas. Aún así, espero que encontréis el relato de vuestro interés y os anime a participar en la prueba en futuras ediciones.

Después de la carrera de Villabona, algunos me acabaron de convencer que la P2P era una carrera asequible para mí. He entrenado algo este verano y no me preocupa tanto la forma física, sino el hecho de no haber practicado entrenando en cuestas, ni subiendo ni bajando. Así que mi planteamiento era de ir tranquilo y reservando fuerzas para no tener ningún percance en las partes complicadas.

He cogido los Maxxum 100, que son los patines que más confianza me dan, especialmente para las bajadas. No les he puesto el taco, ya que nunca lo he usado y menos bajando. Habrá que frenar en T si hace falta. Ya tengo las ruedas algo viejas y no me importa tanto si las acabo de gastar en la carrera.

Me despierto antes que suene el despertador, desayuno y cojo el coche para Donosti. Allí me recoge Roberto, con Nerea, Francis y Ernesto, que viene de apoyo anímico-logístico. Con esa compañía, podéis imaginar que el viaje es ameno y enseguida llegamos a Iruña.

Aparcamos, vamos a la plaza del Castillo y tras coger los dorsales vamos a una cafetería, donde está el resto de la banda: Amale, Olatz, Jesús, Ibon, Gerardo e Inashio.
Yo ya tengo bastantes nervios como para tomarme un café, así que aprovecho para ir al baño, cambiarme la ropa y ponerme el dorsal.

Vamos de nuevo a la Plaza del Castillo y nos acabamos de preparar con todo el equipo, protecciones, …
Aparece Nico, que ha ido con los «Marianos» y nos hacemos una foto de grupo. Calentamiento suave y a disfrutar del ambiente.

Después de la experiencia «patin-turista» de la maratón de Gazteiz, me he buscado un plan B para no hacer la carrera solo, así que voy al rincón de Irristaka y saludo a los 2 Unai de Villabona, que como yo, corren en el grupo de los no federados.

Llega el momento de acercarse a la salida. Los populares salimos los últimos, pero no nos preocupa demasiado. La idea es ir tranquilos y mejor si no hay mucho tráfico en la bajada de hospitales.

Salimos. Por las calles de Pamplona nos juntamos el plan B y el A, es decir, los Unai, Francis y Carol.

Hago la bajada de hospitales frenando un poco en T al principio y luego me dejo ir. No es factible hacer slalom por la cantidad de gente y por la bronca -cariñosa- de Francis. Al final de la cuesta me empiezan a vibrar algo los patines, probablemente al cambiar «la posición». Tras esta primera experiencia, habrá que controlar la velocidad en las siguientes bajadas.

En la subida a Zizur, además de empinada hay que andar saltando unas bandas sonoras para el tráfico ¡Menos mal que estamos frescos! Si esto llega a ser al final seguro que a más de uno nos habría causado problemas.

Zizur Mayor está en fiestas y por eso el suelo está mojado, pero no afecta al patinaje. Los gaupaseros tampoco plantean problemas mayores. Algunos colaboran ofreciendo brebajes de dudosa utilidad para la tarea que nos ocupa, así que prefiero pegar un trago de mi botellín de agua. La experiencia de Villabona hace que ya esté bastante familiarizado con este tipo de espectadores, que pese a su apariencia peligrosa suelen tener buen corazón.

Tras un par de kilómetros en llano, empieza la bajada. Francis me había advertido que aunque no es complicada, si te dejas ir te puedes poner a más de 60 km/h. Me imagino mis patines vibrando a esa velocidad y opto por empezar a frenar, como hace Carol delante mío. Las curvas no son difíciles, pero la bajada es algo complicada por la necesidad de frenar en T a bastante velocidad y sobre suelo algo rugoso. Llegamos al final de la bajada si ningún contratiempo y nos volvemos a agrupar.

Los siguientes kilómetros tienen pequeños repechos y suelo irregular, hasta llegar a los dos pequeños puertos de mitad de carrera. Ambos tienen pendientes de subida bastante importantes, pero las bajadas no son complicadas.

El avituallamiento está en lo alto del segundo puerto, donde me esperan Francis, Carol y Raúl, otro Patineskola del grupo A2 que está camuflado con una camiseta de los 15 km.

Carol, Francis Raúl y Alberto

Carol, Francis Raúl y Alberto

A partir de ahí se puede llanear más a gusto, especialmente el tramo junto al río desde Belaskoain hasta el inicio de la subida a Artazu. Además, Francis ejerce de locomotora evitándonos el viento sur que sopla en contra en ese tramo.

Artazu empieza en el km 32. Son 2,5 km pero no se me han hecho excesivamente duros, ya que hemos subido a ritmo tranquilo.

Avituallamiento en el alto y primer tramo de bajada hasta el pueblo que negociamos con precaución, frenando un poco. Parece que puede hacerse sin frenar, pese a haber un par de curvas, la carretera es ancha y hay visibilidad suficiente.

Antes de llegar al pueblo se hace casi llano y se pierde la velocidad -menos mal- de la primera parte de la bajada. En el pueblo se incrementa algo más de pendiente. La curva del pueblo es sencilla pese a ser 90 grados. Basta con entrar abierto y cerrar en la curva.

Desde ahí, vamos evitando coger mucha velocidad por si acaso. Primero hay una curva a izquierdas muy abierta y enseguida llegamos a la famosa curva -la de «el poder de la mente» de Francis- a derechas. Me abro a la izquierda, y freno bastante imitando a Carol y Francis, pero ya en la curva me cierro y me dejo ir. En la recta hasta la siguiente curva freno bastante, probablemente demasiado y eso hace que me desequilibre algo y casi me caiga. Así que opto por dejarme ir hasta que entro abierto en la primera parte de la curva doble, me cierro un poco hasta la línea continua, para luego seguir abierto hasta bien entrado en la segunda parte de la curva, cruzando hacia el interior y pasando al otro carril y así evitar el bache. Esto lo he visto en el vídeo del facebook de la carrera y la verdad es que el consejo me ha venido muy bien al no conocer la carretera.

Alberto Y Francis en la bajada de Artazu

Alberto Y Francis en la bajada de Artazu

Luego ya me dejo ir, y aunque se incrementa algo la velocidad, el piso es bueno y es casi recto, pese a ser la pendiente considerable. Nos agrupamos otra vez y llegamos a Puente la Reina muy contentos.

En la meta muy buen ambiente y perfecta organización. Todos los del grupo contentos, contando batallitas y recuperando fuerzas . Tras la ducha, lo celebramos con un zumo de cebada y emprendemos el viaje de vuelta.

Raúl, Carol, Francis y Alberto entran en meta

Raúl, Carol, Francis y Alberto entran en meta

Alberto
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