Visita de RollerLandes a Donostia
Lo teníamos pendiente desde hace algún tiempo. Ellos nos llevan por kilómetros y kilómetros a través de las Landas año tras año y ya era hora de que nosotros les enseñáramos nuestro entorno. Vinieron los RollerLandes y no dejaron un kilómetro sin patinar.
Hoy domingo (10 de abril) visitaban Donostia algunos integrantes del club RollerLandes con la intención de disfrutar de la ciudad, degustar su gastronomía y… patinar.
Con Francis ejerciendo de anfitrión y algunos integrantes del Berabera-Patineskola echando una mano, hacia las diez y media de una espléndida mañana comienza la ruta por la ciudad y alrededores de un nutrido pelotón en el que hay de todo; Patines cortos, largos, de tres y cuatro ruedas, bicicletas de apoyo.
La primera parada se establece en el Peine, después de atravesar toda la concha y su “marco incomparable”. Allí se une al grupo otro bb-PatinEskola con ganas de hacer kilómetros.
La ruta continúa desde el Antiguo en dirección a Zubieta, pasando por Añorga y Lasarte. Un pequeño trompicón termina con un landés por los suelos. Por fortuna, la caída es de chapa y pintura sin mayores consecuencias. ¡No están acostumbrados a tantas cuestas, curvas y frenadas de emergencia!
En Zubieta surgen algunas dudas sobre si tomar un pintxo o seguir. Se opta por la segunda propuesta que lleva al grupo hasta Santu-enea, ida y vuelta. Un estupendo tramo de carretera para patinar que propicia la ruptura de la unidad para que cada una/o descargue la adrenalina dándolo todo.
En el camino de vuelta a Donostia se despide Francis (comida familiar) y el resto pasa de nuevo por Añorga y, ahora sí, se impone una parada y fonda en el hogar del jubilado del barrio para recuperar fuerzas a base de chorizo cocido, carne guisada y tortilla. El calor aprieta y las botellas de sidra se van vaciando con una inusual rapidez en manos de experimentados patinadores de élite.
Tras el descanso, el camino de vuelta se hace rápido y, una vez llegados al Antiguo, se plantea la cuestión de si los landeses dan por terminada la excursión o prefieren continuar. Es casi la hora del café (para los franceses la hora de la merienda) y se han recorrido 40 kms. durillos. Pero los rollers des Landes son de aliento largo y quieren más, por lo que, cruzando el túnel de Morlans, la ruta continúa hacia Hernani.
No hay descanso hasta llegar la plaza del pueblo. Las caras de algunos patinadores muestran ya síntomas de fatiga mientras otros como Jean Jacques parece que todavía se están desperezando.
Ya solo queda la vuelta y el premio prometido de una cerveza fresca en Sagüés. El grupo va compacto pero en algunos tramos todavía hay tiempo para “series” a toda pastilla. Siguiendo el curso del Urumea se atraviesan de nuevo Astigarraga, Martutene y Loiola sin más percances que algún rezagado que no ha calculado bien las fuerzas. Casi al final, se produce una caída en el paseo de Francia a causa de una rama que afortunadamente no consigue empañar una estupenda ruta que los invitados insisten en calificar como “súpeg”.
Ya sin patines y delante de una buena caña, donostiarras y landeses se despiden con un “hasta pronto”. Dentro de algo más de un mes se volverán a encontrar, esta vez en suelo galo y ante un reto deportivo importante: La la 14ª edición de la Traversée des Landes 2016.
- Visita de RollerLandes a Donostia - 11/04/2016
2 comentarios
Hola.Nos gustaría participar este año en el Rollerlander.. pero no conseguimos información. Mañana empieza el plazo de inscripción y vamos muy perdidos.. nos podéis ayudar??
Hola Marta:
Te hemos enviado un correo
Saludos